Americanos, guapos y sanos

El coche de mi padre no es un Cadillac descapotable y de todos modos tampoco tengo carnet de conducir porque me dan miedo los coches, sobretodo los de los demás. El Ford Mustang, el Chevrolet Corvette, el Plymouth Fury, el Pontiac Convertible, el Dodge Coronel, el Chrysler Windsor, los jeeps y los trucks me parecen -objetivamente- horteras. No me gustan las películas estadounidenses de acción, ni las comedias románticas de ahora, tampoco el cine negro y mucho menos el western, no soporto a Clint Eastwood ni a Steven Spielberg, me aburre Star Wars y Star Treck, no recuerdo nada de The Goonies ni de Porky´s -no hace falta que les diga que no he visto American Pie ni similares-, las películas de terror me aterrorizaban de pequeño y mis padres me prohibieron mirarlas, detesto las palomitas y la gente que las come en el cine. La Coca-Cola me da gases y destruye mis glóbulos rojos -ya de por si diezmados debido a una anemia que sufrí tras un desengaño amoroso- y las hamburguesas me sientan mal. El futbol americano me parece un insulto, el béisbol un auténtico tostón, la NBA me acompleja y las cheerleaders no me ponen nada. La familia americana me resulta abominable, el sueño americano un disparate, la novela norteamericana aburrida y predecible -no tanto como la francesa, por eso- y el comic underground estadounidense deprimente. La llegada del hombre a la Luna una farsa, los viajes a Marte y la vida extraterrestre un cuento de la NASA, y de los malos. JFK un cúmulo de despropósitos, el KKK una panda de retrasados mentales, Reagan y Heston unos criminales -peores que los hermanos Dalton juntos- y los Bush unos terroristas sin barba -al menos tienen buen gusto-. Thoreau y los hippies no me resultan creíbles, a Bill Gates y Steve Jobs los enviaba a Siberia, junto con Madonna y Oprah Winfrey. De Paris Hilton, la Spears, JL, Cameron Díaz y demás californianas mejor me callo. Los complejos vitamínicos, los anabolizantes, las prótesis mamarias, el footing, el jogging y el spinning se me antojan una tortura a la altura de las de la Inquisición. Levi Strauss, Fruits of the Loom, Timberland, American Apparel, Nike, Converse y Crocs son marcas poco favorecedoras que se deben evitar a toda costa, sobretodo la última. Y qué decir de Monsanto, Johnson & Johnson, Pfizer, Nabisco, Philip Morris, Alan Greenspan, la CIA y el FBI que no sepamos. Pues que forman el verdadero Eje del Mal. Sin embargo, siempre hay excepciones y algunos ciudadanos estadounidenses me resultan simpáticos, a pesar de que al hablar pronuncien un inglés horrible y poco inteligible. Entre ellos se encontrarían las señoritas Kim y Rebecca y el señorito Matt, integrantes del grupo sureño Junior Varsity, quienes muy probablemente adoren buena parte de las cosas que he citado antes. Qué le vamos a hacer, nadie es perfecto. Aunque sus canciones sí lo son.

Junior Varsity – Bam B-B-Bam Bam Bam

Junior Varsity – Pin monkey

julio 5, 2008. Uncategorized.

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