An Arundel Tomb

Side by side, their faces blurred,

The earl and countess lie in stone,

Their proper habits vaguely shown

As jointed armour, stiffened pleat,

And that faint hint of the absurd –

The little dogs under their feet.

Such plainness of the pre-baroque

Hardly involves the eye, until

It meets his left-hand gauntlet, still

Clasped empty in the other; and

One sees, with a sharp tender shock,

His hand withdrawn, holding her hand.

They would not think to lie so long.

Such faithfulness in effigy

Was just a detail friends would see:

A sculptor’s sweet commissioned grace

Thrown off in helping to prolong

The Latin names around the base.

They would not guess how early in

Their supine stationary voyage

The air would change to soundless damage,

Turn the old tenantry away;

How soon succeeding eyes begin

To look, not read. Rigidly, they

Persisted, linked, through lengths and breadths

Of time. Snow fell, undated. Light

Each summer thronged the glass. A bright

Litter of birdcalls strewed the same

Bone-riddled ground. And up the paths

The endless altered people came,

Washing at their identity.

Now, helpless in the hollow of

An unarmorial age, a trough

Of smoke in slow suspended skeins

Above their scrap of history,

Only an attitude remains:

Time has transfigured them into

Untruth. The stone fidelity

They hardly meant has come to be

Their final blazon, and to prove

Our almost-instinct almost true:

What will survive of us is love.

Philip Larkin


Feverfew – Answered Prayer

abril 23, 2008. Uncategorized. 13 comentarios.

Oh Pamela

Pamela Berry. Pam Berry. Este nombre es sinónimo de una de las voces más elegantes y privilegiadas del pop independiente y de singles maravillosos e inolvidables. Hace tiempo hablé de su grupo quizás más conocido, los Glo-worm, pero como ya comenté, Pam ha estado en muchas otras bandas, todas de vida efímera. De ellas, mi favorita son sin duda The Shapiros (claro homenaje a la gran Helen Shapiro), grupo que apenas tuvo un mes de vida, concretamente septiembre de 1994. El caso es que coincidió que un amigo australiano de Pam, ni más ni menos que Bart de los Cat´s Miaow –una de las primeras bandas que traté en el blog-, pasaba el verano en los Estados Unidos y se acercó a Washington DC, donde entonces vivía Pam; y a su vez, Scott, otro amigo que tocaba en el grupo enigmático Veronica Lake –qué actriz, qué mirada- también se había traslada hasta la capital. Total, que pensaron que sería una gran idea componer algunas canciones y grabarlas como recuerdo, acompañados de Trish, una amiga de Pam (es que es muy tímida, se lo digo yo que la vi en Londres hace unos años :). Y eso es lo que hicieron durante dos o tres semanas con Archie, de Velocity Girl y mil grupos más (otro que tal), a los controles. De entre todos los temas que surgieron de esas sesiones, se quedaron con doce, uno de ellos una brillante versión del clásico Will you still love me tomorrow de Gerry Goffin y Carole King, que fueron apareciendo en algunos singles y recopilatorios y, años más tarde, en un disco resumen de toda su “carrera”. Desde entonces los finales de verano, las tardes aburridas de domingo en las que uno se pregunta cuándo aparecerá ella o aquellos momentos en los que uno espera esa llamada que nunca llega ya tienen la música que los ilustre. Quien no se conforma es porque no quiere.

The Shapiros – Do you know (de Do you know 7” y The Shapiros CD)

The Shapiros – Gone by fall (de Shapiros and Pencil Tin 7” y The Shapiros CD)

abril 22, 2008. Uncategorized. 4 comentarios.

Amor post-industrial

Anoche estuve escuchando un disco que hacía muchos años que tenía olvidado. Cuando salió publicado, allá por el año 1996, recuerdo que lo ponía prácticamente todos los días antes de acostarme y las canciones se convirtieron en algo muy especial e íntimo. Desde entonces no lo había vuelto a escuchar más porque quería guardar el recuerdo de lo que significó para mí y temía que ya no me gustara o que las imágenes que yo asociaba con esa música ya estuvieran amarilleadas. Pero el caso es que ayer me apetecía arriesgarme y probar qué sensaciones me produciría la escucha del único disco que publicó el grupo Shoestrings, el dúo formado por Mario Suau y Rose Uytuico, en el sello norteamericano Le Grand Magistery. Obviamente, con ese nombre, ya podrán imaginar que no se trata de ningún grupo de metalcore ni de post-rock, y están en lo cierto porque lo que hacían estos chicos era pop confesional rollo qué bonito es estar enamorado de alguien tan fantástico/a como tú y qué feliz se siente uno/a junto a ti. Para ejemplificarlo gráficamente, en la portada aparecían abrazados demostrando cuánto se amaban. Vaya que entraba ganas de coger el cd y someterlo a toda clase de pruebas para probar su solidez y su resistencia. Y yo además pensaba, “total, tanta pose y tanta tontería, para cuatro días que vais a durar”. Y cuánto me alegro ahora de haberme equivocado, porque después de doce años Mario y Rose siguen juntos y además componiendo música bajo el nombre de Invisible Twin y ya tienen preparado un disco que saldrá este año en el mismo sello Le Grand Magistery. Pero volviendo a los Shoestrings, sus canciones eran un tributo a grupos de Sarah Records como Field Mice, Northern Picture Library y Blueboy y también a los The Wake etapa Factory Records, y en ocasiones las similitudes eran más que evidentes. Sin embargo, había algo que les distinguía de todos estos grupos y que para mí es lo que daba valor a su música. Quien haya escuchado a los grupos de Sarah Records -en este mismo blog pueden disfrutar de varios de ellos- sabrá que la visión que tenían del amor era muy victoriana, todo era muy puro y casto y parecía como si el sexo para ellos fuera algo sucio y feo. Y a mí eso me molestaba bastante, a pesar de que se trata de mi sello favorito y mi educación sentimental tiene una profunda base en esas canciones, y nunca entendí ese recatamiento. Con ello tampoco quiero decir que las canciones de los Shoestrings traten sobre el sexo anal y el onanismo, pero de su música se desprendía una sensualidad, una carnalidad que ciertamente los acercaba más a The Wake y los distinguía de Bob Wratten y compañía. Yo que soy un voyeur en potencia, podía imaginármelos amándose en sentido amplio y ese exhibicionismo me resultaba sumamente placentero. Escuchando sus canciones sentía como en las gélidas noches de invierno de ese Detroit sucio e industrial, bajo el nórdico y las sábanas, los dos enamorados se entregaban al arte amatorio mayúsculo mientras yo volaba hasta el dormitorio de mi trémula amada y le besaba ese sexo que se abría como la flor del magnolio mientras ella acariciaba con sus labios el resbaladizo tronco. Anoche volví a escuchar el disco y ciertamente ya no volé hasta ninguna alcoba, pero los temas de Wishing on planes volvieron a hacerme placentero ese corto instante que va desde que Rose canta “Wake me when it´s over” y Mario canta “I heard you´d gone South somewhere / Where are you? / Where are you?”.

The Shoestrings – Timeline

The Shoestrings – Understand me


abril 16, 2008. Sin categoría. Deja un comentario.

Noches en duermevela

Lay your sleeping head, my love,

Human on my faithless arm.

W. H. Auden

Vi en concierto a Innes Phillips hace unos años en una sala de mi ciudad que parece un polideportivo de instituto. Formaba parte del cartel de un festival que duraba una única jornada y a él le tocó actuar de los primeros. Claro, cantautor británico, melancólico, tímido, con solo unos pocos singles en vinilo en su haber, pues lo metemos al comienzo y como todo el mundo llegará tarde pues tampoco pasará nada. Bien, efectivamente The Relict -que es el nombre bajo el que se esconde este chico- actuó delante de veinte personas a lo sumo, pero los que le presenciaron seguro que no olvidarán ese concierto en su vida. De hecho, me atrevería a decir que incluso cuando empezó no había nadie en el escenario, pero ese silencio se mantuvo durante todo el concierto de manera casi solemne, y tristemente eso sucede en contadas ocasiones. Innes formó parte de los reconocidos The Clientele en sus comienzos y, de hecho, en sus grabaciones participaron siempre sus antiguos compañeros. Por eso no es de extrañar que la música de ambos sea tan parecida, aunque la propuesta de The Relict es si cabe aún más intimista e introspectiva. Recuerdo también que en un concierto de The Clientele que tuvo lugar en una pequeña tienda de discos, en el cual presentaban su primer disco, rompí a llorar ya en el primer tema y no paré prácticamente hasta el último. El chico de la tienda me pudo ver y acabado el concierto me preguntó si me había gustado, y lo cierto es que los he visto luego muchas veces pero ese día fue realmente especial. Pero he de confesar que en gran parte las lágrimas se debieron a una alergia primaveral por culpa del polen de los plátanos que hasta hace relativamente poco dominaban las calles de mi ciudad. Sin embargo, en la actuación de The Relict también lloré pero esa vez las lágrimas no brotaron debido a ninguna reacción alérgica sino por la belleza casi espectral que destilaba de la voz y la guitarra de Innes. Como si un Nick Drake adolescente se tratara, fue tocando una a una sus canciones, sin ninguna presentación, terminó la última, nos dio las gracias por haber acudido y se fue. No hubieron bises, claro. Después de tres singles propios y dos compartidos -uno en Elefant Records, quizás el mejor-, publicó su único álbum en el año 2003. Desde entonces nada. Esperamos y esperamos pero no tenemos noticias de Innes, sabemos que está en Australia pero poco más. Mientras tanto sus canciones siguen acompañándonos en esas noches que pasamos en duermevela, junto a los poemas órficos y las esferas celestes que se cuelan por entre la ventana.

The Relict – I Saw Your Eyes Today (de Off Church Street Ep)

The Relict – The words we knew (inédita)

The Relict – The night that changed our minds (de Southern way Ep)

The Relict – Sweeten your eyes (de Along the avenue Ep)

… los títulos lo dicen todo…

abril 13, 2008. Uncategorized. 2 comentarios.

Me bebería todo el frasco del perfume para emborracharme de ti

Figurine – miss_miss

abril 12, 2008. Uncategorized. 2 comentarios.

Cara de Liebre

La hija de la vecina no es más alta que nosotros, pero sí algo mayor. Durante el día mendiga por el pueblo, delante de los cafés y en las esquinas de las calles. En el mercado coge las verduras y las frutas podridas que tira la gente y se los lleva a casa. Roba también todo lo que puede. Hemos tenido que echarla varias veces de nuestro jardín, donde intenta quitarnos fruta y huevos.

Una vez la sorprendemos bebiendo leche, chupando la teta de una de nuestras cabras.

Cuando nos ve, se levanta, se seca la boca con el dorso de la mano, retrocede y dice:

-¡No me hagáis daño!

Añade:

-Corro muy deprisa. No me cogeréis.

La miramos. Es la primera vez que la vemos de cerca. Tiene el labio leporino, bizquea, lleva la nariz llena de mocos y tiene costras amarillas alrededor de los ojos rojos, y las piernas y los brazos cubiertos de pústulas.

Dice:

-Me llaman Cara de Liebre. Me gusta la leche.

Sonríe. Tiene los dientes negros.

-Me gusta la leche, pero lo que más me gusta es chupar la teta. Está buena. Es dura y blanda a la vez.

Nosotros no contestamos. Ella se acerca.

-También me gusta chupar otra cosa.

Adelanta la mano, nosotros retrocedemos. Ella dice:

-¿No queréis? ¿No queréis jugar conmigo? Me gustaría mucho. Sois tan guapos…

Baja la cabeza. Dice:

-Os doy asco.

Nosotros decimos:

-No, no nos das asco.

-Ya lo veo. Sois demasiado jóvenes, demasiado tímidos. Pero conmigo no debéis tener vergüenza. Os enseñaré juegos muy divertidos.

Le decimos:

-Nosotros no jugamos nunca.

-¿Entonces qué hacéis todo el día?

-Trabajamos y estudiamos.

-Yo mendigo, robo y juego.

-También cuidas a tu madre. Eres una buena hija.

Ella dice, acercándose:

-¿De verdad os lo parece? ¿De verdad?

-Sí. Y si necesitas alguna cosa para tu madre o para ti, no tienes más que pedírnosla. Te daremos fruta, verduras, pescados y leche.

Ella se pone a gritar:

-¡No quiero vuestra fruta, vuestro pescado, vuestra leche! Todo eso lo puedo robar. Lo que quiero es que me queráis. Nadie me quiere. Ni siquiera mi madre. Pero yo tampoco quiero a nadie. ¡Ni a mi madre ni a vosotros! ¡Os odio!

Agota Kristof, El gran cuaderno (en Claus y Lucas)

The Vaselines – Molly´s lips

abril 10, 2008. Uncategorized. 1 comentario.

Chicas enamoradas

Siempre me han parecido poco creíbles las cantautoras altas, delgadas y atractivas que hacen ver que son tímidas, ingenuas y frágiles. A la memoria me viene por ejemplo Isobel Campbell. Y también me recuerda a un cuento de los del comienzo de Katherine Mansfield cuya protagonista era extremadamente delicada y la narradora no la soportaba y la ponía a caldo. Siento no poderles decir el título porque el libro lo tengo en casa de mis padres y mi memoria para estas cosas no es muy buena. El caso es que el rollo este de chica virginal, hipersensible, capaz de tirarse a un lago si el novio la abandona y de desmayarse a la más mínima funciona en los cuentos victorianos y en las novelas góticas pero en la actualidad huele a farsa por todos los lados. Claro está que a los chicos nos pone que una rubia de larga melena y vestido de gasa nos mire parpadeando con unos enormes ojos acuosos -lágrimas artificiales, siempre-, supongo que nos ponemos en la piel de Lancelot, Perceval o Tirant lo Blanch y nos imaginamos cabalgando por páramos pintados de brezos. Pero normalmente estas Ginebras y Carmesinas suelen ser de aspecto bien distinto y casi siempre invisibles para los chicos no experimentados. Son chicas cuya discreción esconde un tesoro, el cual pocos se atreverán a buscar. Tímidas, de voz dulce y habla pausada, muchas veces con flequillo, con anchas caderas y enorme corazón, escondiendo la mirada detrás de un libro, siempre fueron aquellas compañeras del colegio o del instituto que nadie recuerda, a las que todos pedían los apuntes porque su letra se entendía y utilizaban muchos colores para estructurar el contenido, y que siempre te sonreían cualquier tontería que dijeras -aunque pensaran qué estúpidos que son los chicos-. Esas chicas son las más sensibles y delicadas que he conocido nunca -salvo una excepción- y a veces me pregunto qué puñetas hacía sublimando a aquella que tenía unas voluptuosidades tan generosas como las que aparecían en las revistas americanas, en vez de prestar atención a la que se sentaba justo en frente mío y colocaba hojas con margaritas entre mis apuntes en las que escribía frases bonitas, y cuando mi compañero y yo comentábamos nuestras fantasías de física mecánica se giraba y nos miraba con cara como diciendo “pero ya estáis otra vez babeando con esa estúpida”. Claro que ella no me invitó a bailar en ninguna fiesta de fin de curso, aunque seguramente tampoco me hubiera dejado a los quince minutos por el italiano de turno quince años mayor.

The Local Heroes – The years to come

abril 10, 2008. Uncategorized. 1 comentario.